Un conocido me dijo que podía tener a todas las chicas guapas para mí ahora mismo, así que me metí en una fiesta callejera sin participantes masculinos bajo una fuerte lluvia, y lo que me esperaba eran tres… hermosas maestras de escuela… ¡Sí, son lindas, pero no puedo ir a una fiesta con unas maestras de escuela! ¡Es demasiado incómodo! A pesar de mis sentimientos, las maestras tenían ganas de fiesta. Y fue muy divertido, y como resultado de caerles bien a las tres, me tocó hacer de «amante», «hijo» y «hermano». A veces me saludaba el padre de una maestra como el novio, a veces le acompañaba a la reunión como el hijo, y a veces me mimaba como el hermano… ¡Una feliz y vergonzosa vida de harem con tres hermosas maestras con demasiados caprichos, comienza!